Dos semanas sin internet no es bueno para un blogger, pero aqui esta, el segundo capítulo de "Orgullo Freak". Anteriormente nos quedamos con que Bobby era un joven friki come-pizzas adicto a la red que un buen día decide conocer gente y llevar una vida un poco más social. Bueno, pues continuemos.
Bobby estaba parado dentro del portal de su casa observando en silencio el movimiento de personas que sucedia al otro lado de esa enorme puerta de cristal. Pensaba en echarse atrás, tirar la toalla antes de usarla. Había que comprenderlo, llevaba mucho tiempo sin hablar con nadie y sus últimas conversaciones habían sido con el servicio técnico del adsl un par de meses atrás. A Bobby le asaltaba una duda: ¿de qué hablas con una persona de la que solo te interesa su amistad? Para el resto de los mortales esto el algo obvio e incluso estúpido, pero para Bobby era algo tan difícil de comprender que ni Google tenía la respuesta. A todo esto, él sigue plantado en medio de la pueta del portal.
-"Perdona, ¿me dejas salir?" -Una dulce voz, le habla a su espalda. Era su vecina, una chica algo hippie, a la que Bobby habria visto no más de 3 veces cuando salia a comprar tabaco.
-"Por supuesto" responde un distraido Bobby esbozando una de sus mejores sonrisas.
Ella le mira un poco raro, le sonrie y se va. Bobby la observa mientras se aleja por la calle.
Como no sabía ni por dónde empezar su periodo de sociabilización, decide que lo mejor es dar un grato paseo y observar a los peatones, sus gestos y conversaciones. Asi que después de 15 minutos plantado en su portal Bobby finalmente cruza la puerta.
Ruido, multitud, tráfico, la calle era un caos. Bobby inicia su paseo sin saber a dónde ir, para él es extraño caminar sin ningún rumbo, asi que decide andar siempre en la misma dirección y cruzar todos los semáforos en verde que se encuentre en su camino. Mientras pasea procura escuchar todas las conversaciones que puede, sin ser un descarado y fijandose en todos los detalles: tema de conversación, tono de voz, gestos de cara y manos... A Bobby solo le faltaba ir con una libreta anotando. Estaba entusiasmado, su curiosidad era máxima, pero después de unas cuantas observaciones empezó a cansarse. Las conversaciones se repetian o carecian de interes.
Al cabo de hora y media de paseo, Bobby fue a parar a un parque. A Bobby se le iluminaron los ojos, estaba lleno de gente, generalmente jóvenes sentados en corrillos charlando, riendo, otros jugando al futbol, al baloncesto, incluso algunos haciendo malabares. Se sentía como un niño que va por primera vez al circo, emocionado, casi histérico y sin saber a donde mirar. El parque era un observatorio fabuloso para el estudio del comportamiento social; hay mucha gente, no hay barreras físicas que impidan la observación y sobre todo, no hay tanto ruido de vehiculos que facilita en mucho la audición. Era perfecto, sentado en un banco estudiando atentamente su alrededor. Después de 2 horas de parque, Bobby emprende el camino de vuelta a su casa con el deber cumplido, tiene gran cantidad de información almacenada y es hora de asimilarla como es debido.
Ya en su cuarto Bobby se pone a organizar sus observaciones. Tras un rato de meditar y complementar con Google, Bobby llega a la primera conclusión: la intimidad es inversamente proporcional al número de conversantes y generalmente es menor entre hombre que entre mujeres.
Pero Bobby necesitaba un estudio más a fondo, asi que dedicó más tiempo a pasear por los parques de la ciudad. Al cabo de 2 días, Bobby promulga su primera ley: la ABC
Ley de la ABC:
"Existen 3 tipos generales de conversaciones según su grado de interes e intimidad: la de Ascensor, la de Bar y la de Cama. La conversación de ascensor o rompe-hielos, carece totalmente de interes e intimidad, generalmente su única función es evitar el silencio, los temas que trata son variados pero abiguos, se puede mantener mediante monosílabos y dar tu opinión sin posicionarse, no suele durar más de 5 minutos y puede derivar al siguiente tipo. La conversación de bar o charla tradicional, es la más utilizada, posee un grado de interes e intimidad variable, generalmente su función es el entretenimiento y compartir el tiempo con otras personas más o menos cercanas, hay casi una infinidad de temas a tratar, desde experiencias personales, a temas relacionados con la metafísica o la filosofía pasando por politica, deportes, moda, cine y televisión entre otros muchos, es necesario dar tu opinión y posicionarse si quieres formar parte de la conversación, dentro de este tipo se encuentra el coloquio y la tertulia, si el número de conversantes es muy reducido puede derivar en el siguiente tipo. La conversación de cama o mensaje privado, el grado de interes e intimidad es máximo, su principal función es la resolución de un problema mediante consejos y/o contraste con experiencias personales, los temas a tratar son de caracter muy personal e intimo, es necesario mantener toda tu atención en la conversación, dar tu opinión, posicionarse y aportar experiencias personales e intimas a la conversación, el número de conversantes es muy reducido y son personas muy cercanas, amigos, familiares, pareja."
Bobby sentó cátedra, estaba muy orgulloso de sus conclusiones, y tenía que demostrar que estaba en lo cierto, asi que volvió al parque para contrastar sus resultados.
Sentado en un banco del parque finjiendo leer un libro para no llamar la atención, Bobby comenzó a meter la oreja en las conversaciones ajenas y clasificarlas en los tipos A, B o C. Bobby estaba tan concentrado que no se percató de que había alguien mirandole y acercandose hacia él.
-"Hola, ¿tienes fuego? - Bobby cogido por sorpresa se sobresaltó al mirarla, era su vecina sonriente. Había llegado el momento, Bobby tenía que poner en práctica todo lo que había aprendido, demasiado precipitado, no tenia tiempo de pensar nada, tenía que iniciar una conversación natural y espontanea.
Continuará...
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